Debemos perderle el miedo a las competiciones. Todo depende del enfoque con el que se trabajen y la forma en la que se tengan en cuenta por parte del club donde esté.
En nuestro caso, CDE Calipso, es una forma de aprendizaje y de desarrollo de nuestr@s deportistas.

Lo que sí debemos saber es en qué época/edad/categoría del deportista estamos para saber cómo ayudarle mejor:
Benjamín (hasta los 9 años):
Aprendemos jugando
Aprendemos a entrenar
La exigencia es muy pequeña
Alevín (de 10 a 12 años):
Aprendemos a entrenar
Aprendemos a competir
Se les empieza a exigir ciertos comportamientos
Infantil (13 a 15 años):
Aprendemos a competir
Competimos para conseguir resultados
Se les exige más control corporal y conciencia espacio-temporal
Junior/Absoluto (desde los 15 en adelante):
Competimos para conseguir resultados
Se les exige un control corporal más alto

Durante el paso de todas esas categorías, vuestr@ hij@ experimentará su evolución como persona (empezará a tener su opinión/punto de vista en algunas cosas, su cuerpo tendrá cambios, vendrás las fabulosas "hormonas" :-P, etc).
Lo que nunca debemos olvidar, es que el objetivo de una competición SIGUE SIENDO APRENDER.
Debéis de ayudarles a entender que para conseguir algo, hay que cometer errores de los que hay que aprender. LOS ERRORES SON UNA OPORTUNIDAD DE APRENDER Y SEGUIR PROGRESANDO, no son un fracaso o una derrota.
Como familia, debemos saber si estamos generando expectativas buenas o malas a nuestr@ hij@ cuando se acerca una competición. Debemos tener cuidado con eso, para no generarle una frustración o una situación de estrés innecesaria.
Debemos apoyarles y motivarles, insistiendo en la autoconfianza y en la motivación que siempre tendrán por parte de la familia.

Cuidado con los comportamientos o actitudes que como familia perjudican a nuestr@ hij@ como deportista:
NO POR GANAR UNA MEDALLA SOY BUENO/A
NO SOY MALO PORQUE HAYA QUEDADO EL ÚLTIMO.
Tanto si mi hij@ sale bien como si sale mal una competición:
Darle importancia a qué disfrute, todo son experiencias que le van a aportar algo positivo.
Si necesita espacio, respétaselo.
Dale apoyo incondicional y ánimo.
No le exijas resultados.
No le des instrucciones técnicas, eso es tarea del entrenador/a. Sólo conseguirás confundirle.
Si le produce ansiedad, nerviosismo o se agobia, intentar que se distraiga con otras acciones.
Evitar las bromas sobre todo si algo no ha salido como tu hij@ esperaba, valora el esfuerzo que ha realizado.
Y en el caso de que haya salido todo como se esperaba, no generalizar. Es decir, hoy ha podido salir, pero hay que seguir trabajando.
Esperamos haberos ayudado a guiaros un poco en este precioso camino que recorre vuestr@ hij@ en un deporte que le servirá de desarrollo personal y de práctica para lo que se encontrará después en el mundo (laboral, por ejemplo).

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